Marta Carrasco, el legado de una figura fundamental de la literatura infantil chilena

Nacida en 1939, Marta Carrasco Bertrand demostró desde muy pequeña grandes aptitudes artísticas, especialmente en la danza. Sin embargo, a los 10 años contrajo poliomielitis, enfermedad que la dejó con secuelas que redujeron de manera significativa su movilidad. Fue durante su convalecencia que descubrió la lectura y el dibujo, aficiones que con el tiempo se transformaron en su profesión. Así, tras estudiar en la Escuela de Bellas Artes, ingresó al mundo editorial, colaborando con sellos como Zig-Zag, Quimantú y Universitaria.

Su fecunda labor se ve reflejada en el Archivo de Láminas y Estampas de la Biblioteca Nacional, sección que conserva, gracias a una generosa donación de su familia, cerca de 10 mil documentos de la ilustradora y escritora, entre los que se encuentran dibujos originales, trabajos inéditos, bocetos y manuscritos.

Parte de este valioso acervo está disponible en Biblioteca Nacional Digital, lo que ha permitido conocer su aporte a la literatura infantil y juvenil chilena. Destacan en este conjunto la cubierta a lápiz del libro El club de los diferentes, obra escrita e ilustrada por Carrasco que, en 1984, le valió el prestigioso premio español Apel-les Mestres.

Otro aspecto relevante de su trayectoria fue su extensa colaboración con la escritora Marcela Paz, junto a la que publicó varias ediciones de Papelucho y libros como Los pecosos y Perico trepa por Chile, escrito con Alicia Morel.

Marta Carrasco también es considerada una de las primeras dibujantes de historieta en Chile, principalmente por sus publicaciones en la revista Cabrochico de Quimantú. En esa línea, el Archivo de Láminas y Estampas conserva una página de un cómic inédito realizado en colaboración con el pintor y escritor Adolfo Couve. Otra área en la que incursionó fue la televisión, donde creó el personaje Tata Colores. Además participó en campañas de salud pública, especialmente en torno a la protección de la infancia y la lactancia, e ilustró una gran variedad de libros de texto para las escuelas.

El conjunto reúne material que permite comprender los procesos de trabajo de la artista, ya que contiene manuscritos, proyectos en diverso estado de avance y obras inéditas, y advertir la amplia gama de técnicas que dominó, desde la tinta a la acuarela, pasando por el pastel, la aguada y el acrílico.

Junto con desplegar un enorme talento, destreza artística y calidad literaria a través de su obra, Marta Carrasco contribuyó a la literatura infantil chilena una nueva mirada hacia la infancia. En sus trazos se advierte una aguda observación de la cotidianidad y una voluntad de trascender los estereotipos y reflejar la niñez en toda su complejidad y dinamismo.