Luego de trabajar en la construcción de túneles para el futuro ferrocarril trasandino, en 1912, Manuel Rojas cruza a pie la frontera con Chile. Pasará un tiempo en Santiago y luego se irá a Valparaíso, donde trabajará como guarda nocturno de faluchos (embarcación con el palo muy inclinado hacia la popa) y barcazas en el puerto.
Son los obreros, artesanos y anarquistas, que conoce en los distintos lugares por los que pasa, quienes lo impulsan a dedicarse a la escritura.
Así, se convierte en corresponsal del periódico La Protesta de Buenos Aires y redactor de La Batalla que dirigía en Santiago un carpintero Catalán.
De ahí en adelante ya no abandonará la escritura. Canción de Otoño, texto posiblemente de 1914, que aparece en el diario El Chileno en 1916, es uno de los primeros textos que publica. 
Su carrera recién comienza. Y le queda mucho por escribir. Sigamos entonces nuestro recorrido, pero antes los invito a detenerse en una galería que retrata su vida.