La palabra patrimonio proviene del latín "patrimonium" que significa recibido de nuestro padre. El patrimonio es un regalo que recibimos de nuestros antepasados, que debemos cuidar y preservar para entregarlo a nuestros descendientes.
Existe el patrimonio natural, que se refiere a los espacios naturales que ya sea por su belleza o por su función social, cultural o científica es necesario conservar y existe el patrimonio cultural.
El patrimonio cultural son las manifestaciones culturales tanto de nuestros antepasados como las nuestras. Lo hay tangible –es decir, que se pueden tocar- y, en este caso, se trata de bienes muebles, como los edificios, lugares arqueológicos, conjuntos históricos, entre otros, y de bienes mueble, como cuadros, esculturas, instrumentos musicales, las artesanías y mucho más. También existe el patrimonio cultural intangible –es decir, que no se pueden tocar porque no son cosas materiales-, como los bailes y trajes, el idioma, las celebraciones y fiestas, las comidas y su forma de preparación, las canciones y sus melodías, los oficios tradicionales y mucho más. Este tipo de patrimonio cultural se transmite de generación en generación y, por lo tanto, de eso depende su persistencia en el tiempo.
La particularidad más importante del patrimonio cultural, es que se va construyendo en conjunto con la comunidad –es decir, con las personas- por ser relevante para su identidad, memoria e historia.