Museo sin muros en Santiago y Concepción

FALTA DE DISTANCIA

Bajo la curatoría de Rainer Krause nueve artistas se reúnen con instalaciones sonoras para compartir sus experiencias en torno a la fotografía y el sonido estableciendo interrogantes sobre la distancia adecuada de un espectador respecto a un objeto que emite sonido. Desde el 16 de Diciembre hasta 6 de marzo en las salas MNBA Plaza Vespucio en Santiago y Plaza Trébol de Concepción.

21/01/2011

Fuente: Museo Nacional de Bellas Artes

Artistas en Plaza Vespucio Santiago: Mónica Bate, Daniel Cruz, Nicolás Franco, Mario Z y Enrique Zamudio

Artistas en Plaza Trébol de Concepción: Rainer Krause, Filip Carrasco, Rainer Krause, LaMe (Laboratorio Medial), Claudia Müller.

En una exposición de arte estamos acostumbrados a hacer uso de nuestros ojos. A través del acto de observar nos apropiamos del objeto expuesto. Mantenemos cierta distancia de él; los objetos de arte no se tocan. Esta distancia depende de si queremos apreciar el objeto en su totalidad o inspeccionar un detalle. Esta distancia marca una diferencia entre nosotros, los sujetos observan y el objeto es observado. Esta mirada del sujeto al objeto es una condición importante en cualquier pensamiento científico-técnico que se basa en la "objetividad". Y así podemos dar nuestra opinión de si este objeto es bueno o malo.

¿Pero cuál es la distancia adecuada a un objeto que emite sonido? Pregunta que se hace más problemática si hay varios objetos en una misma sala y así se superponen los sonidos. En esta muestra nueve artistas (cinco en Santiago y cuatro en Concepción) han instalados objetos o conjuntos de objetos que además de ser observables se deben escuchar.

Claudia Müller y Enrique Zamudio investigan la relación entre fotografía y sonido, Müller en forma muy reducida acercando el sonido a lo estático de la fotografía, Zamudio usando fotografías estéreo y sonido espacializado. Nicolás Franco y Mario Z preguntan por el rol del sonido en el cine, su función de dar credibilidad a la imagen. Mónica Bate y el colectivo LaMe cuestionan el aspecto tecnológico de nuestra cultura auditiva usando aparatos obsoletos (caseteras) o autoconstruidos, mientras Daniel Cruz amplia la tecnología a la interacción con el espectador / oyente. Rainer Krause elimina cualquier imagen visual y sitúa el sonido (la voz humana) en el espacio.

El sonido de cada uno de las obras no solamente envuelve al objeto mismo en una esfera de sonidos, sino también nos envuelve a nosotros, los espectadores/oyentes. Estamos juntos en una sonósfera, donde están presentes los sonidos de todos los objetos instalados.

Mientras podemos separar visualmente estos objetos sin problemas, aunque estemos en una posición donde un objeto tapa al otro -hay distancias entre ellos-, los sonidos se mezclan entre sí, además se mezclan con los sonidos del Mall y del público. Nos podemos mover en esta sonósfera, acercarnos a uno u otro objeto para escucharlos mejor, pero no podemos silenciar a los demás. No hay una distancia espacial entre los sonidos, no hay distancias entre los sujetos oyentes y los objetos oídos.

Por esta razón, la escucha es más bien subjetiva, menos apta para el análisis crítico e invita menos a la abstracción y a la conceptualización que la mirada. Estamos involucrados en una misma sit

Recursos adicionales

Materias: Antropología
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