Museo de Historia Natural de Concepción
Enseñar entretenido
La cultura estival tiene en esta institución ubicada en la Plaza Acevedo una alternativa distinta, centrada no sólo en lo atractivo de los objetos ahí exhibidos, sino en una posibilidad de complementar la enseñanza recibida en la educación tradicional, y conocer más, y con otra mirada, la región.
01/02/2005
Fuente: Museo de Historia Natural de Concepción
Por Andrea Alonso Ya en 1895, el director del Museo Nacional del Smithsonian Institute, George Brown Goode, señalaba que "el grado de civilización que ha alcanzado una nación, ciudad o provincia se muestra con mayor claridad en el carácter de sus museos públicos y la libertad con la que se mantienen". Esa misma idea, fuertemente arraigada en la mentalidad de la época, propició que durante la segunda mitad del siglo XIX se viviera un intenso desarrollo en la mayoría de los museos de historia natural del mundo. Sin embargo, en estos dos siglos, los museos de ciencias o de historia natural han cambiado mucho, pasando de ser meros almacenes de curiosidades a instituciones destinadas a la divulgación y a la educación científica. Su objetivo fundamental es acercar la ciencia a los visitantes. En ello han invertido tiempo y recursos, implementando nuevas formas de exponer las colecciones, incorporando presentaciones audiovisuales y montajes interactivos, además de internet, como nueva herramienta de comunicación con el público. En este escenario podría ubicarse la trayectoria del Museo de Historia Natural de Concepción, reinaugurado en marzo de 2004 y que no sólo presenta un atractivo y remozado programa museográfico, sino que diversos servicios destinados a estudiantes, investigadores y toda la comunidad penquista, ya sea en salas de estudio, módulos de internet o una multisala para espectáculos o conferencias. Sus exhibiciones permanentes complementan el material entregado en educación básica y media, mediante atención a delegaciones escolares durante el período lectivo. Estándares adecuados Con énfasis en la participación y gestión en torno al patrimonio cultural y natural de la Región del Biobío, el Museo de Historia Natural de Concepción abrió sus puertas en 1902, bajo la dirección del naturalista británico Edwin Reed, fundador de la institución, quien dedicó todo su esfuerzo a esta empresa. De acuerdo al espíritu de la época, en ese entonces se exhibía fauna regional y ejemplares exóticos, lo que fue continuado, a la muerte de Reed en 1910, por Carlos Oliver Schneider, quien además introdujo nuevas colecciones de paleontología, arqueología, etnografía e historia, lo que lo hizo sobresalir en el medio regional. Fue gracias a un enérgico plan de modernización emprendido a fines del siglo pasado por la Dibam (Dirección de Archivos Bibliotecas y Museos), de quien esta institución depende, que se pudo adecuar el antiguo edificio de Plaza Acevedo con estándares de climatización, iluminación y conservación. Actualmente son ocho los trabajadores en esta institución, entre museólogos y administrativos. Además existe un cuerpo de voluntariado que ayuda en la atención a los usuarios y, próximamente, se trabajará con ellos en el área específica de preservación y conservación. Dinosaurios en la zona Son aproximadamente 12 mil 600 las piezas y objetos reunidos en este Museo, las que se exhiben en la exposición permanente organizada en torno a los temas "El museo y los naturalistas"; "Nuestro pasado remoto"; los ecosistemas regionales que reúne colecciones relativas a "El borde costero", "El río Biobío" y "El bosque"; "El carbón", y "Presente y futuro". Las colecciones de ciencias naturales alcanzan a más de 7 mil 500 piezas, las más antiguas relativas a mamíferos y aves de América del Norte, del Sur, Europa y Oceanía. La colección más representativa de carácter regional corresponde a los fósiles de la Formación Quiriquina, formada por moluscos, bivalvos, gastrópodos y vestigios de plesiosaurios. Por otra parte, los objetos culturales, documentos y fotografías reúnen cerca de 5 mil piezas. La colección histórica data de 1928 (de donaciones hechas por la comunidad para la "Exposición de recuerdos de la Guerra del Pacífico" y comprende armas, uniformes, documentos, diarios, y tarjetas postales). De esos mismos años procede la colección fotográfica, formada por cartas de visitas, placas de vidrio, álbumes, e imágenes de variados aspectos de la ciudad y de la zona, incluyendo el pasado del museo. Los objetos etn