FUERA DE LUGAR. TEXTO CURATORIAL POR PATRICIO M. ZÁRATE
Fuera de lugar o fuera de campo es una operación de desmontaje o reverso crítico, donde es posible observar la ciudad desde un campo disciplinario alterno, en este caso desde las artes visuales, proponiendo una contorsión metodológica respecto de la esfera de la planificación y organización urbana. Las prácticas artísticas actuales favorecen una concomitancia eficaz con la movilidad, complejidad y diversidad de la urbe, síntomas diferenciadores propios de una metrópoli en constante modificación. Fuera de lugar corresponde en lenguaje formal a lo impropio, lo que está fuera de foco, alejado de cualquier situación aceptada o recomendada, alterando las convenciones habituales, en términos coloquiales; transgrediendo los manuales de buena conducta. Acudir al "arte" es estar dispuesto a sortear la lógica del discurso y del saber, reconocer la ciudad y el desarrollo urbano a partir del habitar, del recorrido y del "estar" del artista visual.
En ese "estar", el Museo ha sido un testigo privilegiado del acontecimiento y el transcurso, de aquellas alteraciones y modificaciones del paisaje urbano donde el tiempo real cede frente a la memoria. Las modificaciones constantes del contexto social y cultural parecen inermes frente al testimonio de afirmación republicana del edificio. Paradójicamente el Museo termina siendo, a pesar de los deseos de asfixia, el único vestigio que logra sostener el movimiento o acción original, la ciudad pensada por los ciudadanos del siglo XIX. La aspiración de nacionalidad y modernidad es un acto de afirmación posterior a la gesta independentista, una decisión explícita de una generación que aspiró a fundar instituciones y valores, un hito histórico y referente urbano obligado, no para convertirse en opacidad sino en transparencia, analogía necesaria para entender, más que el presente, el futuro.
La aparente fragilidad del pasado se enfrenta a la afirmación taxativa de lo actual, que es al mismo tiempo aspiración y pretensión de contemporaneidad. Más que determinantes constructivas se establecen ejes semánticos, reflejo de las dinámicas propias del constructo urbano, sobreponiendo los trazos y tramas urbanas desde la primera cuadrícula colonial, las posteriores modificaciones de Benjamín Vicuña Mackenna y la desenfrenada expansión urbana durante el siglo XX.
No hay que olvidar que la construcción del Museo corresponde a la incorporación de terrenos producto de la canalización del Río Mapocho, con la intención de resolver un problema práctico, evitar las continuas inundaciones en la rivera, incorporando de este modo nuevos terrenos para la ciudad instalando un espacio para las artes nacionales tanto para la exhibición como la enseñanza. La segunda intención fue la creación del "Parque Forestal", un paseo público, espacio creativo para los ciudadanos.
Tópicos curatoriales
Trama /destrama
La ciudad es un tejido donde se superponen diferentes tramas, grados de densidad e intensidad de la vida social; esta tensión y distensión elástica provoca continuos movimientos. No es una trama regular, más bien es una constante expansión de tejido organizado que, cada cierto trayecto, provoca despuntes y destramas, entendido como zonas de conflicto y tensión, fuerzas que se oponen a la lógica del recorrido. Al tejido urbano propiamente tal se añade uno de carácter social y otro cultural. Esta movilidad genera nuevos conocimientos y otra forma de organización de la ciudad.