Antecedentes de la Casa Matta
MATERIAL PARA TAREAS ESCOLARES
Sede de la Escuela Normal de Copiapó.
01/07/2005
Fuente: Museo Regional de Atacama
Ubicada en calle Atacama, arteria donde se levantaron las principales casas en la época del esplendor minero de Chañarcillo. Fue edificada, en estilo neoclásico, hacia 1830, por el constructor Jorge Berger. La superficie actual del terreno es de 1.168 metros cuadrados y la edificada de 813,2 metros cuadrados. De un piso, se articula alrededor de un patio central, rodeado de un corredor con columnas de madera similares a la fachada. Su acceso jerarquizado por cuatro gradas, enmarcado por dos columnas, coronado por un frontón triangular. El resto de la fachada compuesto de cuatro ventanas con refuerzos exteriores de fierro forjado. Todo el edificio limitado por una cornisa superior y arquitrabe inferior moldurado en madera. Desde su construcción en 1830 hasta 1940 la propiedad se mantuvo en manos de la familia Matta Goyenechea y sus descendientes. Luego de pasar por diversos propietarios fue declarada Monumento Nacional en 1979 y un año después restaurada. En la actualidad la propiedad es administrada por el Instituto de Normalización Previsional. Y alberga en sus amplios salones al Museo Regional de Atacama. MATERIALES Y TECNICA CONSTRUCTIVA Se empleó tabiquería de madera, caña de Guayquil y barro. Las maderas a la vista, pino Oregón, de Norteamérica; Vigas y pie derechos, elaborados en madera nativa del Sur de Chile. Toda la estructura descansa sobre una base de piedra sin cantear, la que conforma un muro de entre 80 a 100 centímetros de alto. Sobre esta fundación se extendieron vigas de madera nativa, sobre la cual se dispuso el entablado de pino Oregón. La techumbre, construida con el mismo estilo y usos de la época, se compone de un entramado de vigas y pie derechos de madera nacional, que se recubre con tabiques de caña de Guayaquil enlucida con arcilla mezclada con abundante paja y guano. La capa de arcilla que cubría la techumbre era normalmente más gruesa, se acostumbraba a esparcir semillas de cebada sobre ella con el fin de aprovechar sus raíces, que compactaban el barro evitando que se agrietara al secarse. Las habitaciones fueron empapeladas y su encielado recibía una terminación de yeso y pintura. Finalmente, las paredes eran enlucidas con una fina capa de cemento y arena que debía importarse de Estados Unidos o Europa