Hacia 1911

La distribución de las colecciones en el Museo Nacional de Bellas Artes hacia 1911 comenzaba en el gran hall, donde se instalaron las estatuas de mármol y bronce original de artistas extranjeros y nacionales, además de la colección de copias de arte antiguo. En las salas del ala sur del primer piso se distribuyeron las pinturas originales y en salas separadas las copias. En el segundo piso, ala sur, se reunieron las pinturas adquiridas durante la exposición del centenario, completándose con las pinturas del antiguo museo. En las salas del ala norte -primer y segundo piso- se distribuyeron las obras de autores nacionales junto con las obras de la colección Maturana y las legadas por Eusebio Lillo. La colección Maturana incluía: Los Tres Evangelistas de Jacob Jardaens, Deposorio de Santa Catalina de Bartelemi Schedoni, San Jerónimo e Infancia de Sileno, ambos de autor desconocido, La Huída de Egipto de Francisco Bassano, El Camino del Calvario de Pedro Pablo Rubens, Un Aguador de Francisco Bayeu y Subias, Retrato de la Artista de Elisabeth Sophie Chéron, Retrato de Señora de autor desconocido, Doña Juana la Loca y Felipe el Hermoso, Moribundo de [!N:www.artistasplasticoschilenos.cl/artistas.nsf/BuscaArtistas/RAYMOND%20MONVOISIN?OpenDocument Monvoisin], Retrato de Hombre de autor desconocido y Paisaje de Agusto Allongé (El Museo de Bellas Artes 1880-1930. Santiago: Universidad de Chile; Departamento de Extensión Cultural y Artística, 1930. p. 104) Por su parte, la colección legada por Eusebio Lillo, según el catálogo de 1922, constó de 124 cuadros y 142 volúmenes de materias artísticas para la biblioteca del Museo.

Recursos adicionales

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