CONFLUENCIAS: DOS SIGLOS DE MODERNIDAD EN LA COLECCIÓN BBVA
1.- La imaginación romántica
El romanticismo inicia el recorrido de la exposición. Uno de los movimientos plásticos y literarios más largos del siglo XIX, renovó gran parte de las corrientes pictóricas y muy claramente el paisaje. Con el romanticismo se apuesta por una nueva imaginación y eso fue muy visible en la pintura española y latinoamericana, tanto por el interés en el individuo, relacionado con el género del retrato, la captación de costumbres sociales y el amor a la naturaleza.
El retrato de Pantaleón Pérez de Nenin, óleo de Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828), constituye un ejemplo de retrato que plasma la función pública y el rango social de la persona captada por la paleta del pintor. Obra de gran complejidad, muestra a un comerciante de Bilbao ataviado con el uniforme de capitán del regimiento de húsares, con un verismo y habilidad que recuerdan el estilo velazqueño. A continuación se puede observar un retrato de Simón Bolívar realizado por el venezolano Martín Tovar y Tovar (1827-1902), también de similar estilo, que fija una imagen del Libertador más o menos estereotipada, basada en grabados del pasado.
De Raimundo de Madrazo (1841-1920) Retrato de una dama, es ejemplo de elegancia expresiva a la hora de fijar un arquetipo femenino. Una tablilla del chileno Nicanor González (1864-1934), capta el perfil de una mujer desconocida como si fuera un apunte de un rostro que llamó la atención del artista.
Entre las escenas de la vida cotidiana se han escogido diez estampas de la serie Los Caprichos de Goya, que representan uno de los grandes ciclos calcográficos del genio aragonés, con la intención de describir y satirizar usos y costumbres de la sociedad estamental española, ofreciendo una mirada nueva, que combina lo grotesco y lo fantástico. Otro ejemplo costumbrista son las cuatro acuarelas de Pancho Fierro (1807-1879), que representa situaciones y tipos populares de la Lima virreinal.
Los óleos de paisajes de Pablo Gonzalvo (1828-1896), muestran una vista de la desembocadura de la ría en el Abra de Bilbao junto a la espectacular marina de Ramón Martí i Alsina (1826-1894). Tres buenos ejemplos de la escuela chilena, son obras de Giovanni Mochi (1831-1892), en La Carreta, que refleja una vida tranquila en el campo; en contraste con Paisaje de Cordillera de Antonio Smith (1832-1877), iluminada con la luz del último sol y el paisaje Estero de Onofre Jarpa (1849-1940), que fija una imagen más plácida de la naturaleza aunque impregnada por la expresividad de la luz. Del colombiano Ricardo Gómez Campuzano (1891-1981) su Puente de piedra rinde testimonio del paisajismo neorromántico.
2. El Entresiglo XIX/XX. Entre el naturalismo y simbolismo
Se aborda el naturalismo y el localismo como rasgos característicos de la época moderna, ya que como sostiene Tomás Llorens en su texto del catálogo: "...las relaciones entre naturalismo y simbolismo, dos polos teóricamente contrapuestos de la sensibilidad modernista, fuer