Fotografías, pinturas y estampas ilustran los imaginarios sobre Estado, nación y ciudadanía, que construyó la elite a fines del siglo XIX e inicios del XX para legitimar y garantizar la estabilidad política.
A fines del siglo XIX e inicios del XX, la consolidación de una memoria visual nacional ocupó un lugar central en las políticas de la elite gobernante. El objetivo era construir un relato sobre la formación del Estado Nación que legitimara el excluyente sistema político y garantizara su estabilidad.
La Colección de Fotografía y la Colección de Pintura y Estampas del Museo Histórico Nacional recorren algunos de los imaginarios que se buscaban instalar sobre el Estado, la Nación y la ciudadanía. La selección que se presenta corresponde obras de pintura histórica y fotografías de celebraciones y emblemas patrios.
Durante esos años, distintos eventos como la crisis política que concluyó en 1891 con una guerra civil que derrocó al presidente José Manuel Balmaceda; el desarrollo de las luchas y reivindicaciones de la clase trabajadora; y las conmemoraciones del Centenario, movilizaron estrategias para legitimar y preservar el orden oligárquico.
Dentro de esas estrategias se encontraba la construcción de una visualidad que reforzara las nociones de memoria e identidad nacional, acordes al proyecto político hegemónico.
Este proceso ya estaba en marcha desde mediados del siglo XIX con la creación de la Academia de Pintura (1849). Con su labor se propició la conformación de una visualidad oficial de la República.
En los inicios del nuevo siglo, esta producción comenzó a ser ampliamente difundida, a través de su exhibición en espacios públicos y reproducción en otros soportes. Estas imágenes buscaban inspirar en la comunidad un sentido de patriotismo y respeto por el orden y progreso de la nación. Es por ello que los gobiernos propiciaron su generación, reproducción y difusión.
Destacaron las representaciones de hechos históricos como las fundaciones, la Independencia y la Guerra del Pacífico. Ellas reproducían un relato conservador de la historia centrado en la conformación del Estado republicano y las acciones de los héroes. Otro de los ejes se relacionaba con la exaltación de los emblemas nacionales, los que eran exhibidos y celebrados en actos, ceremonias, desfiles, cantos y poesías.
Representación de héroes, batallas y otros hitos se usaron para la construcción de la identidad nacional.
Celebraciones y conmemoraciones como las fiestas patrias o el combate naval de Iquique exaltaban los emblemas patrios y los valores ciudadanos.