CASERO DEL LIBRO

En una primera etapa, en coordinación con la Subdirección de Bibliotecas Públicas, se trabajó en la línea de perspectiva de género con el Casero el Libro. La principal misión de este servicio es fomentar la lectura en un nuevo espacio y beneficiar con su acción a diversos segmentos de público que hasta ahora no han tenido acceso al libro y la lectura. Actualmente, los Caseros se ubican en 17 ferias libres y lugares públicos desde Arica a Punta Arenas. Su instalación en esos espacios, replantea la relación del libro con los potenciales lectores y lectoras, que no van a las bibliotecas ni cuentan con los recursos para comprar sus propios libros. La idea que ha inspirado esta iniciativa es que los libros satisfacen necesidades humanas básicas, al igual que las frutas y verduras, el pescado y la ropa usada. Esta sencilla imagen contribuye a transformar radicalmente la concepción excluyente del libro como patrimonio de las personas "cultas", y contribuye a eliminar aquellas barreras intangibles que impiden el acceso a la diversión y el conocimiento por medio del soporte impreso. En este contexto, el enfoque de género fue utilizado en la definición de los títulos de la colección disponible, y a la ampliación de la cobertura. El desafío ha sido cubrir áreas de contenidos asociadas a los temas e intereses de género, promoviendo, al mismo tiempo, el uso de estos materiales. La realización de un primer estudio permitió determinar los niveles de satisfacción de los usuarios y usuarias reales del proyecto. A diferencia de otras áreas en las cuales la equidad implica un trato especial hacia las mujeres postergadas, el diagnóstico indica que en los sectores carentes donde se inserta el proyecto, las usuarias naturales del servicio son las mujeres. En este caso, la equidad de género no sólo significa fomentar la lectura entre ellas, sino también desarrollar servicios con mayor cobertura, que reconozcan y respondan a la diversidad de intereses de género, contribuyendo también a aumentar el porcentaje de hombres -actualmente minoritario- que accede al préstamo bibliográfico en diferentes servicios móviles, principalmente urbanos. El año 2005, otro servicio de la Subdirección de Bibliotecas Públicas, dio el primer paso para introducir en su gestión la perspectiva de género: el Bibliometro. En esta línea, realizó un estudio para conocer la satisfacción y los intereses de usuarios y usuarias.