Patrimonio: Nación

La necesidad de contar con una historia y herencia cultural propias, llevaron a los constructores de la naciente nación chilena a emular la tradición europea, consagrando primero, figuras y emblemas patrios, con el fin de simbolizar el camino autónomo iniciado tras la Independencia. Patrimonio, como "bienes heredados de los padres", quedó unido a la patria, como "tierra de los padres" y lugar de origen, pero no en una acepción individual, sino como una nueva forma de propiedad simbólica sobre un conjunto de bienes que representan la herencia de la gran familia que se consideraba era la nación. El simbolismo nacional estaba compuesto por la valoración de gestos significativos, como la entrega del bastón de mando, por ejemplo, así como por la posterior conservación de objetos que habían tomado parte de los episodios de la emancipación, como el tintero que se uso para firmar el acta de instalación de la [!B:Primera Junta de Gobierno].

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