Vicuña Mackenna se opuso públicamente a la doctrina Monroe, denunció el intervencionismo de Estados Unidos y llamó a la unidad de los países hispanoamericanos.

En diversos ensayos y escritos periodísticos, Vicuña Mackenna criticó la doctrina Monroe y la política de neutralidad que mantuvo el Gobierno de Estados Unidos frente a las actividades colonialistas de los países europeos en América durante la década de 1860.
A pocos días de arribar a Nueva York para desempeñarse como agente confidencial, escribió que los norteamericanos eran indiferentes a las problemáticas del sur del continente y que el canciller Seward personificaba el egoísmo y la ambición de «una raza indefinida […] que se llama el yankee» (cursiva en el original, Vicuña Mackenna 1867, 191).
Sus desacuerdos con el ministro y la desfavorable acogida que tuvo su misión lo llevaron a dictar conferencias y organizar mítines extraoficiales para cuestionar la política internacional del país del norte. En concreto, Vicuña Mackenna acusó a Estados Unidos de lo siguiente:
Para hacer frente a lo que denominó «La conquista de la América española por los americanos del norte» (1856), Vicuña Mackenna llamó a las repúblicas sudamericanas a unirse y apropiarse de la doctrina Monroe para rechazar cualquier tipo de intervencionismo. En el prólogo de Diez meses de misión a los Estados Unidos, explicó que uno de sus objetivos era aleccionar a los gobernantes latinoamericanos para que no creyeran en las falsas «teorías de protección i de afinidades políticas» enarboladas por el país del norte (1867, 4).
Por iniciativa personal y con el objetivo de conseguir crédito y armamentos para la guerra que Chile y Perú libraban contra los hispanos, desde su llegada a Estados Unidos Vicuña Mackenna se reunió con técnicos y agentes comerciales para comprar buques, torpedos y cañones.

Adquirió cuatro navíos, pero tras la salida del primero, el Gobierno norteamericano lo acusó de violar sus leyes de neutralidad y dirigir una «expedición militar contra los dominios de la reina de España». Fue arrestado en febrero de 1866 y permaneció detenido algunos días. Sobre este hecho, escribió: «Aunque […] me pongan en mil cárceles, he de seguir quebrando la [ley] por cuantos caminos me alumbre Dios, pues no sé por qué no le tengo miedo a estos yanquis» (Donoso 1925, 225).
El proceso judicial se extendió por varios meses y Vicuña Mackenna fue declarado culpable de violar la legislación norteamericana. Ya estaba en Chile cuando supo de la condena, pues la administración de José Joaquín Pérez había puesto término a su misión poco después del incidente.
Debido a que la compra de buques no estaba dentro de lo que le habían encomendado y que pagó un alto precio por embarcaciones cuyo estado se consideró deficiente, el Parlamento y el Ejecutivo levantaron una polémica. Para defenderse de sus críticas y de las que enarbolaron el diario conservador El Ferrocarril y los periódicos satíricos La Linterna del Diablo y Charivari, Vicuña Mackenna publicó Diez meses de misión a los Estados Unidos de Norteamérica.
El Congreso lo sometió a un juicio del que finalmente fue absuelto. Convencido de que solo la unidad de la elite haría progresar al régimen republicano, comenzó a escribir Historia de la guerra de Chile y España (1863-1866), con el fin de reconciliar la historia reciente del país con la madre patria.
Benjamín Vicuña Mackenna americanista
Vicuña Mackenna promovió la causa americanista y se opuso al colonialismo de las potencias europeas y a la política internacional de Estados Unidos.
Vicuña Mackenna y la independencia de Cuba
Vicuña Mackenna defendió activamente la emancipación cubana, apoyó al partido revolucionario de la isla e intentó organizar un ejército independentista.
Vicuña Mackenna y su concepción del americanismo
Para Vicuña Mackenna, el objetivo del americanismo era unir a todos los países de Hispanoamérica y defender su independencia frente a las potencias europeas y Estados Unidos.
Vicuña Mackenna tuvo que enfrentar los cuestionamientos de varios periódicos chilenos que se burlaron de su misión como agente confidencial en el extranjero.
A través del periódico La Voz de la América, Vicuña Mackenna instó a los países del Caribe a levantarse y luchar por su independencia.