Se construyó un complejo y sólido puente que cruzó la extensa y profunda interrupción causada por el río.

El viaducto del Malleco representa un hito en la historia del ferrocarril chileno, tanto por las dificultades geográficas y técnicas que resolvió como los aportes al desarrollo económico y social del país.
Desde mediados del siglo XIX creció la necesidad por construir una línea ferroviaria ininterrumpida a lo largo país, a fin de establecer una comunicación constante entre las regiones y consolidar la integridad nacional.
En 1855 poderosos inversionistas crearon la Compañía del Ferrocarril del Sur para emprender las obras de este proyecto. Su alto costo propició que el Estado se integrara como socio en la empresa.

La Guerra del Pacífico forzó a una pausa. Pero una vez concluido el conflicto el plan se reactivó, junto al interés por colonizar la región de la Araucanía. Esta última iniciativa tuvo el ferviente apoyo entre los empresarios, haciéndose necesaria una red que contemplara la llegada del tren hasta esa zona.
El proyecto completo se retomó en 1884, paralelo al proceso en que Ferrocarriles del Estado (FFEE) se constituyó como un servicio de propiedad fiscal. Los trenes de FFEE comenzaron a transitar por el Viaducto desde octubre de 1890, mes en que fue inaugurado por el Presidente José Manuel Balmaceda.
Las dificultades técnicas eran grandes, pues implicaba elaborar y construir un complejo y sólido puente ferroviario que superara la extensa y profunda interrupción del río Malleco, el único modo en que la línea férrea podría seguir avanzando hacia el sur.
En 1885 el Estado solicitó presupuestos técnicos y financieros a afamadas constructoras francesas. La obra fue adjudicada a la empresa Schneider & Cie, de Le Creusot en 1886. La ejecución del Viaducto quedó a cargo del ingeniero inspector Enrique Jequier.
La implementación tuvo varios contratiempos. El primero fue la pérdida de complejas piezas metálicas para el Viaducto debido al naufragio de la nave que las transportaba.
Una intriga política financiera, para traspasar la obra de la empresa francesa a compañías inglesas fue otro traspié, pero el gobierno de Balmaceda le puso pronto fin.
Pese a estas dificultades, el diseño y construcción del viaducto del Malleco dotó a Chile de un sistema de comunicación que abarcó todo el territorio, incluso con Argentina.
Expansión ferroviaria en Chile
En el afán de impulsar la economía, se construyeron líneas férreas que unieron los centros productivos desde donde se exportaba materia prima con las ciudades o puertos que la trasladaban a los centros industriales del mundo.
Trenes salitreros en el norte de Chile
Auge minero impulsó construcción inorgánica de líneas férreas de la mano de empresas extranjeras.
Carbón y ferrocarril en la zona centro y sur
Vías como la de Concepción a Curanilahue, Lebu a Los Sauces se usaron para trasladar carbón a los puertos.
Intento de Chile y Argentina por mantener sus privilegios comerciales ante la construcción del Canal de Panamá.
Ingeniero Alex Gulliver registró edificación de túneles, puentes y otras ingeniosas formas de torcer la geografía de las montañas y ríos.
Imágenes de la cordillera de Los Andes y su entorno integran los archivos del ingeniero británico Alex Gulliver.
Imágenes muestran obras efectuadas en la pampa para facilitar transporte del salitre a los puertos de la zona.