Oscar Niemeyer: Presentación de Kadu Niemeyer

A mi abuelo siempre le gustó la fotografía. Como todo buen artista él se preocupaba por las reproducciones que irían, verdaderamente, a divulgar su trabajo en los más variados lugares. Nosotros teníamos en casa un pequeño laboratorio, y fue allá, aún niño, que empecé a interesarme por la fotografía. Con el pasar del tiempo, lo que era sólo una jugarreta de niño se volvió un hobby y, más tarde, mi profesión. Siempre busqué, en todos mis trabajos en las más variadas áreas de la fotografía, respetar el "modelo", el objeto a ser fotografiado, tratando de respetar su propia verdad, su esencia. Incorporo las características de la técnica fotográfica para mostrar nuevos ángulos, nuevos encuadramientos, puntos de vista particulares que solamente el mirar congelado por la fotografía puede revelar.

La arquitectura de mi abuelo es muy rica, llena de curvas sensuales, de ritmos y balanceos que, muchas veces, acaban por provocar ciertos "sueños" en los fotógrafos, haciendo que decidan emprender un viaje particular, disociándose enteramente de la verdad objetiva. Los ensayos fotográficos, cuando son bien hechos, son una buena experiencia, pero en el caso de la fotografía de arquitectura ellos no siempre son necesarios. El desafío del buen fotógrafo es exactamente el de presentar el elemento arquitectónico, destacando su fuerza y su belleza y, al mismo tiempo, invertir en la elaboración de un lenguaje fotográfico personal, sensible, bien producido. Es eso lo que yo busco en mi trabajo. Con mi abuelo aprendí que las virtudes fundamentales del ser humano son la honestidad y la modestia. Él siempre dice "(...) la arquitectura no tiene importancia. Importante es la vida". Si él, famoso como es, afirma siempre eso, imagínese yo, o cualquiera de nosotros.

Busco sólo ser fiel al profundo afecto que tengo por él, mi "abuelo", mi "dindo", mi "padrazo". Y busco también colaborar para que su trabajo, para que sus proyectos, puedan, por medio de mis reproducciones fotográficas, continuar despertando el encantamiento y el aplauso de todos. Ese es mi principal objetivo y quedo feliz cuando percibo que mi fotografía cumple su papel.


Kadu Niemeyer.-

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