Casero del Libro
LECTURA EN FERIAS LIBRES
Acaba de aparecer una publicación que permite conocer en profundidad este programa que incluso ha sido desarrollado en otros países de América.
07/09/2005
Fuente: DIBAM
"Hay una cosa que deseo destacar como súper importante del Casero, la gente antes venía a la feria sólo a comprar verduras, hoy en día se ve que también viene por llevar un libro", comenta María Eugenia Ramírez, encargada del Casero del Libro de La Florida. Su testimonio, junto a otros, aparece en la guía [!b:El Casero del Libro. Encuentro con la lectura en el espacio público de la feria libre], publicada recientemente por la [!i:www.dibam.cl/bibliotecas_publicas/home.asp Subdirección de Bibliotecas Públicas]. En el libro se da a conocer este innovador proyecto que ha llevado a las bibliotecas más cerca de la comunidad. Los autores -Paula Palacios, Jorge González y Flor Toledo- en sus páginas tratan sobre el desarrollo local y la participación; las bibliotecas públicas y sus servicios, y las consideraciones para crear un Casero del Libro y sus proyecciones, entre otros temas. Además, a través de datos concretos muestran el desarrollo de esta iniciativa a lo largo de todo Chile. Por ejemplo, [!i:www.dibam.cl/pdf/pmg_genero/estudios_casero.pdf un estudio realizado], el 2004, reveló que los usuarios preferenciales del Casero son dueñas de casa, en un 26,7 por ciento, y estudiantes, en un 22 por ciento. En tanto, un 44 por ciento de los entrevistados expresó que los libros solicitados fueron leídos por un familiar o amigo, y que el servicio es bastante valorado, pues un 68,8 por ciento lo evaluó con nota 7, y un 24,4 con nota 6. Cabe destacar, la entrega de consejos y herramientas para la creación de un Casero del Libro y la promoción de la lectura en la comunidad. [!b:Una mirada histórica] El Casero del Libro nació como proyecto en el año 2000, y ya en el 2001 existían ocho puntos de préstamo en el país, para alcanzar a los [!i:www.dibam.cl/gestion_pmg_casero2.htm 17 puestos] que hay actualmente. A partir de la experiencia chilena, [!i:www.dibam.cl/noticias.asp?sh=1&id=2495 Argentina, Bolivia, Perú y Uruguay] también comenzaron a desarrollar esta iniciativa. Su origen remite a la idea de la biblioteca sin muros, al instalar los libros en un lugar tradicionalmente dedicado a la venta de hortalizas y frutas. En este sentido, la feria, es comprendida como un espacio privilegiado para invitar a las personas a la lectura. En palabras de los autores: "La idea fuerza que orienta este proyecto, es que los libros se ubican junto a las frutas y verduras, al pescado y la ropa usada pues -al igual que éstos alimentos y elementos- cubren necesidades humanas primordiales y básicas". Asimismo, plantean que la continuidad del Casero pasa por interrogarse permanentemente sobre las veloces transformaciones de la sociedad, escenario que muestra que lo local no puede pensarse sin considerar lo global. Y en este entramado las industrias culturales -como las bibliotecas- son clave en la generación de espacios públicos que den un acceso democrático a toda la comunidad a los bienes culturales.