
Los Chinchorro fueron el primer grupo humano de la costa sudamericana que rindió culto a sus antepasados y a la muerte. Consideraban que sus momias formaban parte del mundo de los vivos, lo que explica que dejaran sus cuerpos con los ojos y la boca abierta.
Las momias fueron cuerpos inhumados en forma extendida, por lo general en decúbito dorsal o recostados, semidesnudos y comúnmente con reducidas ofrendas funerarias. Eran enterrados de forma superficial y con frecuencia envueltos en mortajas.
La investigación de Bernardo Arriaza que toma como base la realizada previamente por Max Uhle, estableció dos procesos de momificación.
La momificación artificial se diferenció por los grados de complejidad y sofisticación en:
Todas compartieron similitudes como el uso de peluca, mascarilla facial y palos para reforzar el cuerpo. En cada caso, la práctica mortuoria consistió en descuerar, eviscerar y secar con fuego o cenizas los cuerpos, para luego rellenarlos y modelarlos con arcilla, lana y fibra vegetal. Una vez terminado este proceso, volvían a colocarles su piel.
Otro tipo de momificación artificial que podía incluir o no extracción de órganos, se conoce como pátina de barro y fue escasamente empleada. Consistió en desecar el cadáver con brasas y aplicarle una capa de lodo delgada y homogénea, que al secarse se endurecía. La mezcla se aplicaba de la cabeza a los pies, y se preparaba con tierra y sustancias aglutinantes, posiblemente la misma sangre del difunto, además de restos de peces y animales.
En la actualidad, 208 momias Chinchorro han sido estudiadas. 61 de ellas son de carácter natural y 147 artificiales.
Se estima que alrededor del 5000 a.C., comenzó la momificación artificial, práctica mortuoria que perduró al menos cuatro mil años.
Este proceso pasó por distintas etapas. En un inicio sólo se momificaba a niños y recién nacidos con colores llamativos y acompañados de figurillas de barro. Hacia el 3000 a. C., todos los miembros de la sociedad y de variadas edades se incluyeron en esta práctica mortuoria.
No todas las momias se enterraban. Algunas fueron instaladas de pie como parte activa de los campamentos y como una marca del linaje de un ancestro común. Sin embargo, la mayoría fueron sepultadas en forma extendida, semidesnudas, envueltas en tejidos gruesos hechos de juncos o pieles de camélidos y con escasas ofrendas funerarias.
Momias Chinchorro: las más antiguas del mundo
Esta cultura practicó la momificación artificial dos mil años antes que los egipcios. Era un pueblo sedentario, que vivió hace 5000 años en el litoral del desierto de Atacama y explotó el mar para subsistir.
Video. Momias Chinchorro: Despertar de los restos
Animación stop motion documental que describe la momificación artificial (momias negras y rojas) de la cultura Chinchorro, sociedad de pescadores y cazadores recolectores prehispánicos que practicaron ritos fúnebres con técnicas sofisticadas en torno a la conservación del cuerpo 7.000 años atrás, teniendo su origen en la costa Camarones, Chile.