Digno de recordar

Cosas del tiempo viejo

Museo de Yerbas Buenas
Museo en 1976

Museo en 1976

Con este título se describe una cómica anécdota sucedida en Yerbas Buenas alrededor de 1913, escrita por Ortiz de Rosas en la Revista Linares Nº 44 de 1943, la que se compara a la gesta heroica de la Sorpresa de Yerbas Buenas, casualmente el año en que se conmemoraban los 100 años de dicho combate.

23/04/2012

Fuente: Museo Histórico de Yerbas Buenas

Museo de Yerbas Buenas

"Un rodeo en Yerbas Buenas.-

Hace unos treinta años, en la época en que todavía no se había implementado la moda de los rodeos pagados, tan frecuentes hoy día, se celebró uno en Yerbas Buenas que tuvo los caracteres de una gran fiesta nacional. Sus organizadores, que lo fueron los hermanos Armando, Alfredo y Albertino Bobadilla, dispusieron que todos los asistentes al rodeo, fuese quien fuera, debían tener a su alcance, sin costo alguno, comida y trago a discreción.

Había a la sazón un Comandante de Policía de apellido Rodríguez que, en ves de contribuir al éxito de la fiesta, se enemistó con sus dirigentes y con más de uno de los que contribuían a su realización; y sin que mediara ni la más leve provocación de nadie, terminó, por sí y ante sí, someter a prisión a todos los que no eran de su agrado. Y aquí se armó la grande, Alfredo del Campo Valdivieso, montado en un hermoso caballo rosillo moro, encabezó un movimiento de defensa de los prisioneros, y acompañado de varios jinetes salió a presentar batalla al comandante Rodríguez. Por su parte, Rodríguez, dueño de la plaza, llamó a los pacos que tenía a sus órdenes y ordenándoles cargar sus carabinas, salió en persecución de Alfredo del Campo; pero éste se fue a parapetarse en una de las calles más apartadas de la aldea. Mientras Rodríguez corría tras Alfredo del Campo y entre ambos se disparaban bala y bala, un emisario de este último fue a dar aviso de lo que pasaba a un grupo de amigos, donde estaban Fortunato Silva, Fortunato Bobadilla, Ignacio Chacón, Calafate y otros; no bien oyeron decir que del Campo estaba herido, salieron corriendo seguidos de una gran poblada para defenderlo. El comandante y los pacos viéndose perseguidos por tantos huasos y gente de a pie, se atrincheraron en el Cuartel, donde el combate fue más agitado que la misma Sorpresa de Yerbas Buenas. Las balas llovían de uno a otro lado, sin que ningún bando se diera por vencido.

Oscureciéndose, después de unas horas de lucha, cuando ya se habían agotado las municiones, la cabalgata que atacaba al cuartel, recibió orden de Calafate que hacía las veces de General en Jefe de ir a tomar posesión de la Iglesia, para, desde allí arengar al pueblo. En un segundo toda la poblada era dueña de la parroquia, desde cuya torre Calafate pronunció este discurso: "Hermanos míos y compañeros de armas hemos tomado la Iglesia y somos dueños de Yerbas Buenas; ahora sólo nos queda por capturar al cura y no salir de aquí mientras no nos comamos un cuarto de cura asado." La efervecencia (sic) aumentaba cada vez más porque alguien había comprobado que el cura era partidario del Comandante de Policía y esta era la razón del encono que existía contra él. El centenar de jinetes revolvían sus caballos frente a la parroquia y otros buscaban al cura, quien en su desesperación había huído a los sitios vecinos saltando la muralla de su clausura.

Por muchos momentos, la histórica villa vio reproducido el hecho de armas que allí había tenido su epílogo en la madrugada del 27 de abril de 1813. Los aires de guerra sólo aplacaron con las sombras de la noche y cuando serenados los ánimos todos fueron a saborear los espléndidos potajes que los hermanos Bobadilla habían hecho preparar para todos, sin atender a que eran amigos o enemigos del Comandante.

Terminado el rodeo, el juzgado de Linares dictó orden de prisión contra los que habían actuado en la Toma de la Parroquia. Sin embargo, de este incidente lo único que se obtuvo fue la salida de Yerbas Buenas del Comandante, porque desde Calafate abajo declararon que los dispararon se habían salido del cuartel porque todos andaban sin armas aquel día."

Museo de Yerbas Buenas

Recursos adicionales

Materias: Antropología - Historia - Libros y revistas
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