Ícaro y Dédalo. Obra de Rebeca Matte en el Museo Nacional de Bellas Artes
Biografía
Rebeca Matte Bello (Santiago, 1875- Florencia, 1929) fue una de las escultoras chilenas más productivas y destacadas de inicios del siglo veinte. Sus esculturas en mármol y bronce, de gran formato y tendencia clasicista, se encuentran en instituciones públicas y privadas tanto de Chile como del extranjero.
Rebeca, quien era bisnieta de Andrés Bello, vivió su primera infancia al cuidado de su abuela materna en un ambiente de intelectuales e importantes personalidades, debido a la enfermedad mental de su madre y por los continuos viajes de su padre, el diplomático Augusto Matte Pérez.
A temprana edad se traslada a Francia junto a su padre, donde pasó la mayor parte de su infancia y realizó sus primeros estudios de arte. En 1897 se formó en escultura en Roma, en el taller del maestro italiano Giulio Monteverde. De regreso en París, al año siguiente, continuó su formación en la Académie Julian, donde tuvo la posibilidad de estudiar el desnudo a partir del modelo vivo con los escultores Denys Puech y Ernest Dubois.
En mayo de 1901 se casó con Pedro Felipe Íñiguez Larraín, quien fue ministro de Obras Públicas en el último gabinete del Presidente Ramón Barros Luco y ministro de Culto e Instrucción Pública, bajo la presidencia de Juan Luis Sanfuentes. Tanto él, como el padre de Rebeca, quienes gozaban de una importante posición en el ámbito político y cultural, tuvieron un rol fundamental en la difusión y valoración de la obra de la artista.
El nacimiento de su única hija María Eleonora Íñiguez, en marzo de 1902, más conocida como Lily, fue gravitante en la continuidad de su carrera artística, influyendo también en la decisión de volver a vivir en Chile el mismo año. En tal oportunidad se trasladó con su familia junto a importantes obras, algunas de ellas pertenecientes hoy a la colección del MNBA como El Eco, Horacio y Militza, que habían sido exhibidas exitosamente en el Salón de París en 1900.
Regresó a Europa en 1905 y se radicó en Florencia después de la muerte de su padre en 1912. Su brillante desempeño la llevó a ser nombrada Profesora Honoraria de la Academia de Bellas Artes de Florencia en 1918, distinción concedida por primera vez a un extranjero y a una mujer.
En 1921, luego de un periodo en que había ejecutado importantes monumentos encargados por el gobierno de Chile, recibió la noticia del fallecimiento de su madre Rebeca Bello Reyes, seguida por la fatídica tuberculosis diagnosticada a Lily, que significó largas estadías en un sanatorio de Leysin en Suiza, donde la acompañó hasta su muerte en 1926.
Desmejorada en su salud, en los años siguientes Rebeca Matte se dedicó principalmente a obras filantrópicas y a la edición de los escritos de su hija Lily Íñiguez, falleciendo el 14 de mayo de 1929 en Florencia, Italia.
En 1992 el Ministerio de Educación creó la distinción Rebeca Matte, en reconocimiento a una de las escultoras más importantes y talentosas de la historia del arte chileno.
Historia de la obra en el Museo Nacional de Bellas Artes
En 1930 la obra Unidos en la gloria y en la muerte, de la artista chilena Rebeca Matte, ingresó a la colección patrimonial del Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile, siendo emplazada en el frontis del edificio del MNBA.
Además de esta obra, se conoce la existencia de dos esculturas anteriores con este mismo motivo. Una primera, realizada por la artista en La Torrosa, en Fiésole, Italia, hacia 1918 y otra ejecutada cuatro años más tarde. De la primera escultura, solo se cuenta con el registro del artículo realizado por el periodista y escritor Joaquín Díaz Garcés, en la revista Pacífico Magazine de 1918. La segunda, corresponde al monumento que el Gobierno de Chile le encargó a la artista para obsequiar a Brasil, en conmemoración del centenario de su Independencia a celebrarse en 1923.
La versión con destino a Brasil se materializó en 1922, con el proceso de traspaso de la escultura al bronce, dirigido personalmente por la artista. Titulada Aviadores, de acuerdo a la inscripción escrita con letras en bronce, el regalo chileno que actualmente se ubica en la entrada de la Escuela de Aeronáutica de la Universidad del Aire de la Fuerza Aérea en Río de Janeiro, pretendía alegorizar la hermandad entre ambos países.
En 1929, año del fallecimiento de la escultora, Pedro Felipe Íñiguez decidió reproducir la obra en bronce en la casa de fundición de Gusmano Vignali de Florencia, animado por la significancia de la obra y el deseo de la escultora de haberla destinado a Chile. En esta fundición ya se habían realizado otras obras de la artista, como el monumento de Los héroes de la Concepción, ubicado actualmente en la avenida Libertador Bernardo O’Higgins a la altura de calle Dieciocho.
En 1930 la obra fue donada al MNBA por Íñiguez, quien hizo entrega del Monumento a Eduardo Barrios, director general de Bibliotecas y Museos, y a Pablo Vidor, director del Museo Nacional de Bellas Artes. Ese mismo año se realizó la instalación de la escultura en la entrada del edificio del Museo y el pedestal fue encargado por la Municipalidad de Santiago al arquitecto Carlos Swinburn. Si bien, actualmente la base de piedra posee una inscripción en bajo relieve con la leyenda “Unidos en la gloria y en la muerte”, gracias a documentación encontrada en la prensa de la época se sabe que, hacia 1930, este texto se encontraba adherido al plinto en letras de bronce.
Posteriormente, durante la dirección de Nemesio Antúnez en el MNBA y con motivo de las remodelaciones realizadas en el entorno del Museo Nacional de Bellas Artes en 1970, el monumento fue trasladado temporalmente al Museo de la Aviación de la Dirección de Aeronáutica y situado en el Pabellón París, ubicado en la Quinta Normal. El traslado del monumento fue aceptado por el alcalde de Santiago Manuel Fernández y el primer regidor Pedro Cano Pozo. En 1980, la escultura fue regresada al MNBA e instalada en su ubicación actual.
Desde ese momento la obra ha sido objeto de históricas instalaciones, intervenciones y polémicas. En 1980, en el contexto del Encuentro de Arte e Industria, el Museo instaló junto a la escultura una obra del artista Humberto Nilo, que por su gran tamaño no fue posible ingresar al interior del edificio. La obra, que consistía en una silla de playa en acero sobre una plataforma de metal, generó gran revuelo por su emplazamiento en el lugar, siendo considerada por muchos un agravio a la obra de Rebeca Matte. En 1997, el artista Gonzalo Díaz se inspiró en la escultura y en el nombre inscrito en la obra, Unidos en la gloria y en la muerte, para su homónima exposición recordada por los textos de neón que abarcaron la fachada del Museo y Sala Matta, visibilizando de esta forma su reflexión sobre la institucionalidad y las relaciones de poder desde la perspectiva de fines del siglo veinte.
Con el tiempo, la escultura se ha transformado en un monumento emblemático del espacio compartido entre el MNBA y la Ilustre Municipalidad de Santiago. Fue declarada Monumento Histórico, al ingresar como parte de la Colección Patrimonial del MNBA y Monumento Público desde 1958, por ser parte de un memorial histórico en honor a los aviadores caídos, de acuerdo a la documentación entregada por el Consejo de Monumentos Nacionales.
Iconografía del monumento
De acuerdo a la historiografía chilena y tras un análisis iconográfico de la obra, el mito de Dédalo e Ícaro habría inspirado la creación de esta escultura. En la mitología griega padre e hijo son encerrados en una torre en la isla de Creta. Con el objetivo de liberarse, Dédalo trabaja en la fabricación de unas alas para que él y su hijo pudiesen escapar por sobre el mar. Hechas de pluma, hilo y cera, las alas no resistían demasiado el calor ni el agua, por lo que el padre advirtió a Ícaro que no volase muy cerca del sol. De acuerdo al relato, este no hizo caso, derritiéndose la cera de sus alas y cayendo al mar. El padre no lo pudo salvar y, tras llorar su muerte, construyó un templo a Apolo donde ofrendó sus alas.
El mito ha estado presente en la literatura y ha inspirado el arte de todos los tiempos. La historia de Dédalo, arquitecto, ingeniero, inventor, escultor, creador del laberinto de Creta y constructor de las alas del fatal vuelo que emprendió junto a su hijo Ícaro, forma parte de relatos y analogías en las obras de autores tales como Homero, Ovidio, Virgilio, Petrarca, San Jerónimo, San Agustín, Dante, Leonardo da Vinci y Shakespeare. El mito revela los secretos del genio de la creatividad nacida de la observación del mundo natural, la necesidad de sacrificios y los riesgos destructivos cuando los inventos caen en manos equivocadas. La muerte del hijo Ícaro ha representado la pérdida como resultado del acto de creación.
En el contexto histórico de la creación de la escultura, la revolución industrial, el desarrollo de la aeronáutica y el importante descubrimiento arqueológico de Cnosos en la isla de Creta en 1900, lugar del legendario rey Minos y origen de la historia de Dédalo e Ícaro, lograron revitalizar el antiguo mito, más allá de la conocida figura simbólica del artista creador que enfrenta laberintos personales y políticos, abriendo la posibilidad de la verdadera existencia de un personaje reconocido como artista y arquitecto. James Joyce creará hacia 1915 al personaje Stephen Dedalus en su obra Retrato del artista adolescente y luego Ulyses, quien en su vuelo intelectual logra trascender los laberintos de las ataduras culturales de su época. En Italia el poeta, político y aviador Gabriele D'Annunzio destaca en sus obras al apasionado joven Ícaro quien encarna la fuerza e insaciable curiosidad por abarcar el conocimiento, sin temor a las consecuencias o a la destrucción. Luego de la muerte de Icaro, se consumaría el ciclo de la creación, pero Dédalo no vuelve a inventar nada nuevo, perdiendo su habilidad de crear.
La historiadora Isabel Cruz afirma en la biografía Manos de mujer. Rebeca Matte y su época 1875-1929, que el tema elegido por la artista guarda relación con su vigencia en días que el poeta D'Annunzio hace noticia en tiempos de guerra, mientras el vuelo y la velocidad cobran creciente relevancia con la ideología futurista impulsada por Filippo Tomasso Marinetti. Luego, distintos autores, entre ellos Gabriela Mistral, han relacionado la ejecución de la escultura con el sentido de tragedia y ascenso espiritual que unió a Rebeca Matte con su hija en los años de su enfermedad y, en especial, la dedicación que ambas dieron a la escritura y la poesía antes de su muerte, durante la estadía en el sanatorio de Leysin, Suiza. Pensamientos que quedan claramente reflejados en el Diario de una Vida escrito por Lily y que su madre publica en 1928. Según Cruz, bajo esa perspectiva la reconocida pieza escultórica constituiría luego “(…) la síntesis final y la culminación del arte de Rebeca Matte, su testamento fraguado” (Cruz, 378).
La escultura en bronce como original, réplica, versión, copia y reproducción
La distinción entre términos tales como copia, reproducción, versión o réplica, así como el problema de su validez frente al original, constituye una problemática reciente en la historia del arte. A grandes rasgos, las diferencias entre estos conceptos se explican por quien ejecuta la obra y por su similitud con su referente. Así, mientras réplica y versión aluden a producciones realizadas por el mismo artista que crea el original, siendo la versión una variación de este; reproducción y copia refieren a obras realizadas por un tercero, donde la primera supone una reproducción exacta del original y la copia una imitación menos precisa.
Desde el siglo XIX, el desarrollo de las técnicas del vaciado en bronce ha permitido a los escultores realizar réplicas de sus obras para obtener mayor tiempo y ganancias en su producción. En muchos casos, estas son encargadas a casas de fundiciones donde los artistas no siempre forman parte del proceso de elaboración.
Casos internacionales como el del escultor francés Auguste Rodin, quien tras fallecer dejó todos los derechos de reproducción de su obra, han permitido abrir la discusión en torno a esta problemática. ¿Deja la obra de ser valiosa o menos auténtica por constituir una réplica o versión de la “original”? A diferencia de la pintura, que supone una unicidad asociada a lo original, la escultura, así como el grabado, operan bajo principios distintos donde la multiplicidad resulta una práctica inseparable de la propia disciplina. Así, réplicas y versiones elaboradas a partir de moldes en terracota o cera son consideradas originales y su límite de vaciados depende principalmente del éxito de cada obra.
Los catálogos de fundiciones en la época de Rebeca Matte, dan cuenta de la relación contractual con los artistas, quienes negociaban los derechos de reproducción. Actualmente, existe una regulación en la cantidad de los vaciados en bronce, que permite limitar su producción y asegurar la exactitud y calidad de los resultados.
La producción de Rebeca Matte se caracterizó por la realización de varias réplicas de sus obras, las cuales fueron autorizadas por la artista y llevan su firma. Así, por ejemplo, se sabe que en 1902 la artista viajó a Chile con varias réplicas en bronce de las esculturas Horacio y Militza.
Unidos en la gloria y en la muerte fue proyectada hacia 1918 y materializada por primera vez en bronce en 1922. Tanto esta versión, como la escultura de 1930, constituyen obras de la autoría de Rebeca Matte. Si bien en este caso no fue la propia artista quien accedió a esta reproducción, el vaciado en bronce fue autorizado por Pedro Felipe Íñiguez, quien a la muerte de Rebeca heredó sus obras y, con ello, los derechos de reproducción de estas.
Bibliografía
Artistas Visuales Chilenos del MNBA. www.artistasvisualeschilenos.cl
Biblioteca/MNBA. Colección de Artículos de Prensa de la Artista Rebeca Matte publicados en los diarios y revistas entre 1900-2015. Santiago, Archivo Documental Biblioteca MNBA.
Cruz, Isabel. Manos de mujer. Rebeca Matte y su época 1875-1929. Santiago, Origo Ediciones, 2008.
Díaz Garcés, Joaquín. Monumentos chilenos, en revista Pacífico Magazine, vol. XII, número 7, 1918.
Krauss, Rosalind. La originalidad de la vanguardia: una repetición posmoderna, en Brian Wallis (ed.) Arte después de la modernidad. Nuevos planteamientos en torno a la representación. Madrid, Ediciones Akal, 2001.
Tesauro de Arte y Arquitectura. www.aatespanol.cl
Investigación realizada por Ximena Gallardo S-J .Departamento de Colecciones MNBA 2018