Mariposas, brujas, flores, ángeles, aros, collares, y otros tantos objetos de gran colorido son confeccionados por las mujeres del pueblo Rari con un original entramado y tejido hecho a mano.
233 piezas componen la colección de crin que el Museo de Arte y Artesanía de Linares exhibe como muestra de las creaciones de las mujeres de Rari, localidad ubicada a 22 kilómetros de Linares, en la Región del Maule.
Estas artesanas rescatan una tradición popular de origen remoto para crear figuras inspiradas en su entorno, su vida cotidiana y su cosmovisión, y con ellas aportan a la identidad local.
Los patrocinadores del Museo iniciaron esta serie en la década de 1960, pues por su pequeño tamaño, colorido y materiales de origen natural la consideraron representativa de las costumbres de la zona y del país.
La exhibición de crin se organizó en diferentes vitrinas que dan cuenta de las inspiraciones artísticas:
En la actualidad, las autoras usan ixte para la urdimbre y crin de caballo para la trama de sus representaciones, las tiñen con anilinas y las tejen con agujas y peines.
El inicio de esta tradición no ha sido determinado. Investigadoras como Paz Olea han sugerido que deriva de las técnicas de cestería usadas por los antiguos habitantes del Maule o indios putaganes.
Olea sistematizó varias leyendas sobre el origen de esta costumbre, como la de una religiosa belga, que cortó y pelo raíces para tejer un canasto de frutas como regalo para una lugareña, la que aprendió y difundió este arte.
Todas las historias son similares a ésta, sólo varían los personajes y el tipo de material que utilizado: 2 hermanas, 1 señora o un bañista, que emplearon raíces de espino, álamo o sauce (Olea, 1985: 12).
Crin: arte con materiales de la naturaleza
Raíces de álamo o sauce recogidas en las orillas de ríos o canales fueron los primeros materiales que usaron las mujeres de Rari para tejer sus figuras, pero su dureza y escasa flexibilidad provocaron su remplazo por crin de caballo e ixtle.
Organización de las tejedoras y artesanas del crin
En sus cocinas y comedores las artesanas de Rari crean sus piezas. Esta intimidad se corresponde con el traspaso de conocimientos de madres a hijas y la distribución de las tareas que conlleva su fabricación.
Originalmente las artesanas recolectaban raíces de álamo o sauce de su entorno para confeccionar sus figuras.
Camelias, violetas o copihues se mezclan con ramos en forma de globos, platos, campanas y de alegre colorido.
Fauna del campo chileno, mariposas y abejas se mezclan con animales de otras latitudes, como elefantes, jirafas y tortugas.
Bailarinas, ángeles y brujas son representadas en estas artesanías que reflejan el imaginario campesino.
Aros, pulseras, collares y prendedores de diversos diseños comercializan las artesanas de Rari.
Posa vasos, canastos y marcadores de libros son algunos de los objetos inspirados en la vida cotidiana de las artesanas de Rari.