Los navegantes holandeses en Chiloé en el siglo XVII.
Inauguración
Con financiamiento de la Embajada de los Países Bajos, FONDART y la empresa Skretting, un equipo del Museo Regional de Ancud investigó la documentación histórica referente a estas incursiones y la persistencia de estos hechos en el imaginario colectivo de Chiloé.
21/02/2006
Fuente: Museo Regional de Ancud
Chiloé fue visitada en dos oportunidades por navegantes holandeses durante el siglo XVII. En el año 1600 uno de los barcos de la expedición de Mahu y De Cordes llegó a la costa de Ancud en busca de alimentos, después de una dramática experiencia de casi un año en el Estrecho de Magallanes. Durante su estadía en Chiloé, los holandeses atacaron en colaboración con las comunidades indígenas a los españoles en la ciudad de Castro. En represalia, los españoles asesinaron a una decena de líderes indígenas después de la partida de los holandeses. En el año 1643 una segunda expedición holandesa llegó a Chiloé, esta vez bajo el mando de Hendrick Brouwer. En esta oportunidad el ataque a Castro se frustra porque los mismos españoles lo queman antes de la llegada de los corsarios. Brouwer murió en Chiloé, y su cuerpo fue embalsamado para ser enterrado en Valdivia, donde los holandeses querían establecer una colonia. Hacia esta ciudad, que había sido liberada del yugo español con el levantamiento general de 1599, partieron en las naves holandesas 470 indígenas de Chiloé, escapando de la dominación española. La historia de estas incursiones holandesas es muy poco conocida en Chiloé aunque la documentación holandesa aporta información de gran relevancia para la comprensión y reconstrucción del pasado del archipiélago. A través de este proyecto se incorporó a la muestra permanente del Museo Regional de Ancud infomación histórica acerca de las expediciones de De cordes y Brouwer, además de un documental que muestra la influencia que tuvieron estas dos incursiones corsarias en el imaginario de Chiloé.