Exposición extraordinaria de arte chileno para conmemorar el cincuentenario

La exposición contó con 337 piezas, 235 de las cuales pertenecían a la colección de Luis Álvarez Urquieta, posteriormente adquirida por el Museo. El resto de las obras eran donaciones, como por ejemplo la de José Florencio Valdés Ossa, usufructuario de la donación de don Santiago Ossa Armstrong. De acuerdo con lo señalado en el prefacio del catálogo de la Exposición Extraordinaria de 1930: "Esta exposición inaugurada con ocasión del cincuentenario de la fundación del Museo Nacional de Bellas Artes, es la primera de la serie que tiene esta dirección en su programa para complementar su misión cultural, y estrechar los lazos entre la colección del Estado y la de los particulares, por una parte, y para extender y mantener continuamente en interés en el público, por la otra" (Museo Nacional de Bellas Artes, cincuentenario de su fundación. Catálogo de la exposición extraordinaria. Santiago: Imprenta Siglo XX, 1930. Prefacio).

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