EXPOSICIÓN ZINNIA RAMÍREZ: PASAJES 1992-2012
Zinna Ramírez inicia su muestra con obras creadas entre 1992 y 2012 desplegadas en la sala principal a partir de un núcleo central definido por El viaje de la mujer con su naturaleza (2003) y Política de género (2007). En torno a estas dos obras se exhiben pinturas, grabados y esculturas de pequeño y mediano formato. Se trata de "objetitos frágiles, misteriosos, que atrapan la mirada, que iluminan desde dentro su existencia y obligan a una minuciosa inspección desde sus pedestales", explica Soledad Novoa, curadora del MNBA. En un extremo de la sala se ubica una gran caja de luz que resume, a través de 70 imágenes, el trabajo que la artista ha realizado con fotografías de la naturaleza, de obras o detalles de éstas, así como talleres colectivos con niños y adultos realizados en forma individual o con otros creadores.
En la rotonda se ubica un libro-objeto que, a modo de libro de artista, habla de los archivos akásicos. Éstos son una suerte de memoria de todo lo que ha acontecido desde el inicio de los tiempos, tanto en lo que respecta a lo universal como a la historia personal de cada individuo. A estos contenedores de sabiduría se puede acceder al momento de la muerte con el fin de revisar la propia vida y sus reencarnaciones. Así los archivos akásicos son pieza fundamental en un lugar de tránsito entre tres momentos: vida, muerte y reencarnación.
Al final de la exhibición se encuentra Mandala (1994), obra que proyecta desde su interior una luz cálida que se enciende y apaga al ritmo de la grabación de una respiración y del sonido primordial del Om, mantra símbolo de la unidad con lo supremo y la conjunción de lo físico y lo espiritual. Zinnia Ramírez explica que "Mandala que en sánscrito significa círculo, es como una gran rueda de la vida que viene desde oriente a este continente con una enorme sabiduría, porque es acá donde se tiene que dar todo este conocimiento entregado por las culturas indígenas y las mujeres".