COLECCIÓN DE DIBUJO ESPAÑOL CONTEMPORÑANEO DE LA FUNDACIÓN MAPFRE
Los Dibujos Españoles del siglo XX que a lo largo de los años ha reunido Fundación Mapfre permiten reconstruir la historia del arte español de la primera mitad del siglo XX, una historia profundamente interesante, que se debate entre la mirada interior y la renovación formal que impone la vanguardia internacional. Un dibujo de Darío de Regoyos, fechado en 1876, marca el punto de inicio del recorrido que propone esta colección. Regoyos es el primer artista español que, como miembro fundador del grupo de Los XX en la Bruselas de finales del siglo XIX, participa, de forma directa, en los grandes procesos de transformación del arte moderno, conociendo y compartiendo planteamientos y preocupaciones con los grandes protagonistas del impresionismo y el postimpresionismo. Los dibujos de Tàpies y de Chillida, ambos de 1960, establecen, por su parte, un punto de llegada, ya que simbolizan la reincorporación del arte español a los grandes circuitos internacionales, a sus preocupaciones, a sus planteamientos y a sus exposiciones. Entre estos dos momentos discurre nuestra colección y también una historia, la de la modernización del arte en España, no siempre sencilla y mucho menos lineal. Las marcadas peculiaridades de nuestro país, su tardía incorporación a los nuevos modelos sociales y culturales, propiciaron no sólo que las corrientes más académicas sobrevivieran un tiempo que hoy nos parece excesivo, sino también, que la inmersión en los lenguajes modernos estuviera dotada de la particularidad y la excepcionalidad inherentes al propio contexto. Entre estas dos fronteras se han reunido dibujos de los grandes protagonistas de la historia del arte del siglo XX, como son Picasso, Miró, Juan Gris, Dalí u Óscar Domínguez; pero sin olvidar tanto a los representantes de la llamada Escuela de París: Viñes, De la Serna, Manuel Ángeles Ortiz o Bores, ni a aquellos otros que marcaron la vanguardia desarrollada dentro de nuestras propias fronteras: Palencia, Maruja Mallo, Castellanos y Sandalinas, entre otros. Hemos querido también abrir la colección a lo que, por sus propias características formales, podemos entender como un subgénero: los dibujos de escultores -Casanovas, Rebull, Ferrant, Julio González, Manolo Hugué, Apel.les Fenosa, Alberto y el propio Chillida. Un importante punto de encuentro es la pequeña colección de tres retratos de Vázquez Díaz; no sólo por el importante papel que el propio artista desempeña en nuestro panorama, al hacer confluir la vanguardia y el clasicismo, sino porque se trata de los tres únicos dibujos de la colección que, antes de pertenecer a ella, se mostraron en nuestras salas dentro de una exposición. Pero, además, uno de los retratos es de César González-Ruano, bajo cuyo nombre convocamos un premio de periodismo creado hace más de treinta años. De todos modos, cada uno de los dibujos se acompaña de un comentario crítico que ilumina suficientemente sobre su sentido dentro de la trayectoria del artista y que, en su conjunto, permiten una visión inédita de un momento decisivo para la historia del arte y, en concreto, del arte español. Hemos incorporado a Barradas y a Torres-García, por el papel fundamental de impulsores de una vanguardia española. Esto nos hizo reflexionar sobre lo oportuno de incluir una sección dedicada a aquellos artistas no nacidos en España que, con su presencia en nuestro país, influyeron de manera decisiva en el devenir del arte dentro de nuestras fronteras. De esta forma se sumó a la colección un disco de Sonia Delaunay -quien, junto con su marido Robert, fueron auténticos profetas de la modernidad en su esplendor colorista y dinámico-, así como unos dibujos de Charchoune -pintor de origen ruso que realizó y expuso los primeros cuadros abstractos de la historia del arte español, recordando la importancia de aquellos artistas que llegaron a España buscando refugio durante la Gran Guerra. Obras de Lhote, Gleizes y Picabia han enriquecido recientemente este conjunto. FUNDACIÓN MAPFRE