FUNDACIÓN DE LA DIRECCIÓN DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS (DIBAM) 1921-1931

"Que estos servicios en su conjunto, constituyen el núcleo oficial de los conocimientos que acumula un pueblo"
Articulo 2º del Decreto N º 5.200, 1929

Los [!b:orígenes] de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos, Dibam, se remontan al siglo XIX, cuando desde los albores de la nueva república de Chile se fundaron instituciones destinadas a conservar y difundir el patrimonio cultural nacional, como fueron la Biblioteca Nacional de Chile, el Museo Nacional de Historia Natural, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Histórico Nacional y el Archivo Nacional. Al comenzar el siglo XX los recursos que entregaba el auge salitrero permitieron al Estado proyectar la construcción de modernos edificios para albergar las instituciones culturales, proyectándose un edificio para el Museo Nacional de Bellas Artes, inaugurado en 1910, y otro para la Biblioteca Nacional, el Museo Histórico y el Archivo Nacional, inaugurado parcialmente en 1929. Al mismo tiempo que se avanzaba en esta infraestructura cultural comenzaba a legislarse una institucionalidad que permitiera una coordinación de los esfuerzos que individualmente realizaban las bibliotecas, archivos y museos. El primer paso se dio en 1921 cuando se creó la [!b:Dirección General de Bibliotecas] con el fin de organizar y coordinar las bibliotecas públicas, recayendo la dirección de la nueva institución en el director de la Biblioteca Nacional. Tres años más tarde, en 1925, se legisló la propiedad intelectual y su registro, el depósito de publicaciones oficiales, la creación de una biblioteca de escritores de Chile y el Archivo Histórico Nacional. La creación de infraestructura y legislación cultural alcanzaría un nuevo ímpetu con la llegada al gobierno del general Carlos Ibáñez del Campo en 1927. Ibáñez se proponía crear un Chile nuevo sobre la base de una completa modernización del Estado. Es así como, en el marco de una reforma educacional, se creó el Ministerio de Educación Pública y se comenzó a diseñar una dirección que coordinara las acciones culturales y patrimoniales de las diversas instituciones del Estado. Un rol fundamental en esta tarea cumplió el escritor [!b:Eduardo Barrios Hudtwalker], designado director de la Biblioteca Nacional y, al mismo tiempo, Ministro de Educación Pública en 1927. Ejerciendo ambos cargo impulso inmediatamente la reorganización de la Dirección de Bibliotecas y la fusión del Archivo Histórico Nacional y General de Gobierno para conformar el Archivo Nacional, quedando el Director General de Bibliotecas con la dirección superior de la Biblioteca Nacional, del Archivo Nacional, de la Visitación de Imprentas, del Registro Conservatorio de la Propiedad Intelectual, del Deposito de Publicaciones Oficiales y de las Bibliotecas Públicas. Dos años después, en vista que los museos no formaban parte de esta institucionalidad de coordinación se procedió a incorporarlos, surgiendo de este modo la [!b:Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos] según el Decreto Supremo N° 5.200 del Ministerio de Educación Pública, de 18 de noviembre de 1929. Su primer Director fue Eduardo Barrios Hudtwalker, quien ejerció al mismo tiempo la dirección de la Biblioteca Nacional, en cuyo emblemático edificio se localizaría la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos. [!r:adjuntos.asp?id_docAdjunto=132 Documentos] [!r:contenido.asp?id_contenido=980 Cronología] [!r:contenido.asp?id_contenido=981 Bibliografía] [!r:adjuntos.asp?id_docAdjunto=133 Links de este tema]

Recursos adicionales

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