El Boletín del Museo Histórico Nacional fue una publicación que divulgó las actividades de la institución e informó sobre su traslado al edificio de la Real Audiencia a principios de los ochenta.
Siete boletines se publicaron entre 1978 y 1981, cinco de los cuales se conservan en la biblioteca del Museo Histórico Nacional. Su redactor fue el arquitecto Hernán Rodríguez Villegas, director de la institución desde 1977 hasta 1993.
El principal objetivo del Boletín fue informar sobre el traslado de las colecciones al edificio de la Real Audiencia y dar cuenta de los objetos que el Museo iba adquiriendo durante los años en que este circuló. Gracias a una campaña para ampliar su acervo patrimonial, muchas familias de la aristocracia chilena de los siglos XIX y XX donaron valiosas piezas a la institución.
Todos los números incluyeron una presentación y varias secciones permanentes. Efemérides, exhibiciones, investigaciones, restauración, adquisición de objetos, y actividades de vinculación con la comunidad y otras instituciones de la Dibam fueron algunos de los temas que difundió la publicación del Museo. Entre las noticias más destacadas se cuentan:
Asimismo, para acercar museografía a la comunidad estudiantil, el Boletín daba a conocer las visitas guiadas que ofrecía el Museo y las cajas didácticas que confeccionaba para complementar los programas de historia de educación básica y media, además de incluir una sección para conmemorar batallas y natalicios de personajes coloniales y republicanos.
En sus páginas, la institución difundió el apoyo que les entregaba a otros museos nacionales y regionales, asesorándolos en la elaboración de guiones históricos, y prestándoles objetos y colecciones. El Boletín también dio cuenta de los vínculos que el Museo mantenía con algunas entidades norteamericanas, como el Instituto Smithsoniano, para organizar y restaurar el archivo fotográfico.
La colaboración con instituciones gubernamentales fue otro elemento que la publicación se preocupó de relevar. Tras la reapertura del palacio de la Moneda en 1981, el Boletín n°. 7 consignó:
«El Museo Histórico Nacional participó activamente en el alhajamiento del Palacio de La Moneda, sede de los Gobernantes de Chile. En consideración a la alta representatividad del edificio y a su carácter de Monumento Nacional, se ha tenido especial cuidado en dotarlo de un alhajamiento que lo enriquezca históricamente. Se facilitaron para este efecto […] retratos de nuestra colección: General Bernardo O'Higgins, José Miguel Carrera, Diego Portales, Manuel Montt, José Joaquín Pérez» (1981, 5).
Para jurar la nueva Constitución, el Museo les facilitó a las autoridades militares la imagen de un Cristo crucificado de madera tallado en el siglo XVIII, ante el cual «juró S. E. el Presidente de la República el 11 de marzo pasado […] Posteriormente, S. E. tuvo la deferencia de enviar a este Museo el original de dicha Acta de Juramento, significativo testimonio que enriquece nuestro patrimonio histórico» (Boletín n.° 7 1981, 4).
Además, el Boletín ilustró las nuevas formas de financiamiento de los museos que implicó la política neoliberal y el rol subsidiario que asumió el Estado durante la dictadura. De los cinco ejemplares publicados a inicios de los ochenta, cuatro contaron con el patrocinio de los Amigos del Arte, una corporación creada en 1976 que diseñó y llevó a cabo actividades culturales en conjunto con empresas privadas.
Otros aportes del mundo empresarial provinieron de la Fundación del Pacífico y del Banco de Chile y Esso Chile, que auspiciaron el material impreso que la institución les entregaba a los colegios para dar a conocer sus exposiciones.
Al igual que otras publicaciones oficiales, el Boletín buscaba destacar los avances en materia cultural y contrarrestar las críticas de quienes se oponían a la dictadura. De hecho, el redactor del Boletín y director del Museo fue el encargado de elaborar el tomo 4 de la Colección Chile y su Cultura, una publicación del Gobierno a cargo de Enrique Campos Menéndez.
Colecciones y museografía del Museo Histórico Nacional en 1982
Uniformes militares, trajes de noche y retratos de expresidentes y aristócratas de fines del siglo XIX formaron parte de la exhibición inaugurada en 1982.
En 1982, se concretó el traslado del Museo Histórico Nacional al edificio de la Real Audiencia y se dio inicio a la muestra permanente que se mantuvo hasta la década del noventa.