Multiplicidad de técnicas, dibujos geométricos, y decoraciones en rojo, blanco y negro caracterizan estas piezas.
Uno de los legados más característicos de la cultura diaguita es su cerámica, que destaca por sus dibujos geométricos, decoraciones en rojo, blanco y negro, y por reflejar la evolución de su organización social y política.
Durante los períodos agroalfarero temprano, medio y tardío este pueblo produjo piezas que revelan la multiplicidad de técnicas que dominaban. El contacto con el Imperio Inca a fines del siglo XV se materializó en el trabajo plástico de sus objetos de culto y ofrenda.
Los diaguitas habitaron la precordillera y las áreas de interfluvio de los valles de Huasco, Elqui, Limarí y Choapa en las regiones de Coquimbo y Copiapó entre el 1200 - 1536 d.C. Les antecedieron en esa zona las culturas Molle y Ánimas, que sentaron las bases de su progreso cultural y material.
Tres rasgos definieron su medio ambiente:
o Un clima estepario, desértico presente hasta Copiapó, con variedad mediterránea a partir del sector Choapa-Aconcagua por el sur.
o Un relieve de cordones montañosos que unen la cordillera de los Andes con la costa, alimentados por las nieves andinas, sus ríos menores y quebradas.
o Una vegetación diversa, vinculada con los terrenos con minerales. Zonas de arbustos y especialmente cactáceas desde la costa a quebradas secundarias e interfluvios (Ampuero: 1994, VII y VIII).
Los grupos del interior se dedicaron a la agricultura, la crianza, y la caza. La pesca fue la principal actividad de los habitantes cercanos a la costa, que utilizaron redes, anzuelos de cobre, arpones y balsas fabricadas en cueros de lobo de mar (Cornely, 1966: 20).
El primer estudio sobre la cultura diaguita fue publicado por Ricardo Latchman en 1928, pero fueron los hallazgos del fundador del Museo Arqueológico de La Serena, Francisco Cornely, los que determinaron la visión sobre este pueblo la mayor parte del siglo XX.
Investigaciones realizadas luego con técnicas arqueológicas modernas, han permitido precisar las diversas fases de desarrollo de esta cultura y enriquecer sus conclusiones. Las publicaciones del investigador Gonzalo Ampuero reflejan esta nueva mirada.
Las colecciones del Museo del Limarí se componen por hallazgos de objetos realizados en la Región de Coquimbo. La muestra reúne donaciones de particulares y de especialistas como la Sociedad Arqueológica de Ovalle.
La mayoría de las piezas corresponden al período agroalfarero tardío, y su agrupación museográfica recibió el nombre de acuerdo al sitio arqueológico correspondiente o a sus donantes.
Francisco Cornely: línea arqueológica de la Cultura Diaguita
Reconoció la evolución e influencias culturales de este pueblo a partir de los cambios en su cerámica.
Cultura Molle y Ánimas: antecesores del pueblo diaguita
Los molles fueron los primeros alfareros en el norte semiárido hacia el 150 a.C. Fueron sucedidos por la Cultura Ánimas.
Orígenes y evolución de la Cultura Diaguita
Hallazgos realizados entre 1960 y 1970 redefinieron la evolución de esta cultura desde sus orígenes hasta el siglo XVI.
Antigua sociedad y cosmovisión diaguita
Dividían el mundo político en mitades, y ello se refleja en las cerámicas dobles y en las cabezas bicéfalas de personas o animales.
Contrastan los diseños y decoraciones sencillas de las piezas utilitarias, con la mayor ornamentación y figuras geométricas pintadas en las piezas funerarias.