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Julio Bertrand Vidal fue un reconocido arquitecto y pintor. También, junto a Pedro Prado, Juan Francisco González, Manuel Magallanes Moure, Julio Ortíz de Zárate, Augusto d'Halmar, Alfonso Leng, Acario Cotapos y Alberto Ried fundó el grupo Los Diez. Bertrand se inició en la fotografía en el año 1905, gracias a su padre, el ingeniero Julio Bertrand Huillard, quien le regaló una cámara estereoscópica. Esta desconocida faceta del pintor y arquitecto, fue rescatada en el año 2003 por la arquitecta Pelagia Rodríguez en el libro Julio Bertrand Vidal: La mirada recobrada, fotografías 1905-1918.

La Colección Julio Bertrand se compone de 3.000 fotografías estereoscópicas (1.795 negativos y 1.232 positivos) donadas a la Biblioteca Nacional por su familia. En su mayoría, se trata de registros de viajes realizados a Europa, y escenas urbanas y domésticas de Chile entre 1905 y 1918.

Estos registros se encuentran disponibles en Biblioteca Nacional Digital, además de un cuaderno de apuntes titulado Inventario de negativos estereoscópicos tomados por Julio Bertrand Vidal del 9 de Agosto de 1907. Forman parte también de la colección, algunos visores estereoscópicos portátiles que pertenecieron al artista y que permiten percibir los efectos tridimensionales de las imágenes estereoscópicas.

Colección Julio Bertrand

Para la puesta en línea de esta colección, el trabajo del Archivo Fotográfico y Audiovisual de la Biblioteca Nacional comenzó en el año 2014, cuando fue recibida la donación.

La colección, al momento de ser entregada a la institución, estaba organizada en 9 cajas cuya descripción y detalle formaba parte del Inventario de negativos estereoscópicos tomados por Julio Bertrand Vidal. Asimismo, la digitalización, centrada en esta etapa en los negativos (imágenes monocromas cuya correspondencia numérica corresponde al orden asignado por el autor) fue realizada en el contexto del proyecto realizado en el año 2003 por Pelagia Rodríguez y también formó parte de la donación.

Para el procesamiento técnico de las imágenes, es decir, su descripción y catalogación, se destinaron 700 horas, aproximadamente. Los trabajos apuntaron a la conformación de objetos digitales complejos que permitieran un acceso sencillo y contextualizado para aquellos registros que, por ejemplo, correspondían al mismo lugar.

Una vez concluidos estos procesos y tras los controles de calidad que son parte habitual de los procedimientos de Biblioteca Nacional Digital, los documentos fueron cargados para su difusión en Biblioteca Nacional Digital.